Quién Soy

Me llamo Arnau Rubió, soy un chico que de muy joven ya estaba muy atado a la naturaleza, sobretodo haciendo excursiones a la montaña, caminando o haciendo deporte.

El año 2006 tuve mi primer contacto con el mundo de los caballos, donde a menudo, iba a una hípica para aprender a montar y para conocerlos de más cerca. Gracias a esto, pude aprender más de este animal, su mantenimiento, cómo se relacionan, su lenguaje, su sensibilidad y transparencia.

A partir de este momento, año tras año, intenté mantener esta conexión con los caballos según me permitiera mi estilo de vida.
En 2016, después de 8 años haciendo de contable en varias empresas, decidí dejarlo todo y ser fiel a mis valores y principios e irme, sin fecha de vuelta, a colaborar con un santuario de animales en los alpes suizos. Me sentía encarcelado entre cuatro paredes, ante una faena monótona y que me desconectaba cada día más de mí autenticidad y esencia.

Estuve 8 meses trabajando en un santuario donde había 200 ovejas, 25 vacas y 10 caballos, rodeado de naturaleza pura a 1500 metros de altitud.

Una vez re-conecté con mi esencia, decidí que no me quería volver a sentir encarcelado nunca más y que quería vivir y trabajar en un entorno rodeado de naturaleza y animales.

Cuando volví a Cataluña, me puse a trabajar en una granja escuela, como labrador y como dinamizador de actividades, hecho que me permitía dar a conocer a los más jóvenes la riqueza y pureza de la naturaleza.

Una vez la propietaria de la granja escuela decidió jubilarse, decidí irme a viajar por la India con mochila, sin itinerario y sin fecha de vuelta, con la intención de conocer la cultura, el país, su gente y sin pensar en nada más que en el presente.

Es curioso que hasta allí, tuve contacto con los caballos, ya que estuve colaborando dos meses en una granja de permacultura en Auroville. Allí pude ayudar a un caballo que tenia problemas para relacionarse y musculares, debido a que como no lo podían controlar, no lo sacaban y esto causó que su musculatura se atrofiara. Después de 8 meses cruzando solo la India de Sur a Norte decidí volver. Gracias a que me puse a compartir masía con otras personas, me pude permitir tener un espacio para poder empezar a rescatar caballos y ofrecerles otro estilo de vida.

Entonces, el año 2019 fue cuando llegaron a mi vida la Martina y la Divina y un año mas tarde llegó la Ribaya.

Al tenerlas en casa y al ir compartiendo tiempo, cada vez interactuaba con ellas de una forma muy especial y diferente de lo que yo conocía. Esto me provocaba menos ganas de montarlas y mas ganas de conectar con ellas des del mismo nivel pie a tierra. A partir de este momento, comenzó a nacer en mi la ilusión de poder conectar con ellas de una forma diferente. Después de mucho buscar, me topé con el coaching con caballos y me cautivó su filosofía y su manera de ver a estos animales. Debido al covid y a la situación de ese momento no me pude permitir empezar a formarme.

Mas tarde conocí a Carla, mi pareja y mientras yo me dedicaba a rescatar caballos y a darles una nueva vida, ella se dedicaba a rescatar asnos.

Entonces nos encontramos una masía derrumbada en el pueblo de Serinyà y nos decidimos embarcar en una nueva aventura. Así, que decidimos arreglarla para poder crear este espacio tan mágico que dia tras dia va creciendo bajo el nombre de Can Peret del Molí. Fue aquí donde juntamos esta maravillosa familia equina de tres yeguas y tres asnos.

El año 2023 decidí tomar una decisión importante en mi vida y formarme en coaching con caballos con la escuela Equilibri, mediante la formación superior con coaching con caballos y desarrollo emocional. Gracias a esta formación he podido conectar con mis caballos de una forma muy diferente y hacer del coaching mi estilo de vida. Después de muchos meses de formación y muchas experiencias vividas, me siento con la responsabilidad de intentar devolver el máximo posible todas estas sensaciones y compartirlo con el máximo posible de gente.

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